jueves, 19 de diciembre de 2013

Simple but significant

Esa sensación que te recorre el cuerpo antes de verlo. Ese sabor agridulce que te queda cuando te tienes que ir. Agrio porque le dejas ahí, abandonas el momento que estábais compartiendo. Dulce porque sabes que lo volverás a ver. Y sabes que habrá reencuentro por la forma en que os miráis, por la forma en que os besáis, por la forma en que os acomodáis el uno al otro, por la forma en que sonreís cuando estáis frente a frente, por las ganas que tienes de verlo cuando aún no te has despedido de él, por los planes que se te ocurren para hacer de forma tan sencilla. Porque el reloj vuela cuando estáis juntos y, se para cuando estás deseando abrazarlo de nuevo. Porque día tras día te has acostumbrado a sus manías, a sus puntos débiles, lo vas conociendo. Y sabes que lo que más miedo te da es perder todo eso.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Dura apuesta

El tiempo parecía no correr ayer. Tampoco hoy. Mañana hará un sprint y cuando nos queramos dar cuenta, estaremos deseando encontrarnos de nuevo.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
O eso espero...

jueves, 5 de diciembre de 2013

La eternidad no existe

Así es. Los "para siempre" solo están en el cine, en estas historias ficticias que a las mujeres nos hacen soñar por encima de nuestras posibilidades. Nos pasamos la vida buscando un "para siempre", nos pasamos la vida evitando el "hasta aquí llegamos". Pero, permíteme hacer una pregunta. ¿Disfrutas así de la persona que tienes al lado? Siempre pensando en que el adiós no llegue, proyectando el ahora en el mañana. Olvídate de eso.

Y es que el mañana ya llegará, ya te preocuparás de él. A mi realmente lo que me importa es el momento que tengo delante. Quiero hacerlo inolvidable, ¿sabes por qué? Porque no volverá. Para mí no existen las celebraciones de meses, años o los San Valentín. Para mí solo existe la celebración del día que te veo. Por ello, no prometo jamás un "para siempre", ¿quién es capaz de darlo? Científicamente es imposible. No somos eternos por lo que no podemos regalar eternidad. Así que no prometas lo que no puedas dar. En cambio, yo sí prometo algo que puedo dar. El hacer especial cada uno de los días que estemos juntos. Y lo mejor de todo es que, de momento, no necesito mucho para hacerlo especial, con mirarnos está todo hecho. Ya veremos qué hacer cuando esa magia se apague, si es que lo hace. De momento, disfrutemos de lo que tenemos.

lunes, 25 de noviembre de 2013

sábado, 23 de noviembre de 2013

lunes, 18 de noviembre de 2013

Toca echarte de menos, pequeño

Te has ido. Esta mañana concretamente. Te vi agonizar, sufrir, intentar sobrevivir. Pero tu corazón pudo contigo, como en las grandes historias de amor. El cerebro poco interviene. Tu alma quería seguir aquí mientras que tu corazón pedía un recambio, una tregua. Luchaste hasta el último minuto, cuando tu corazón ya no daba para más. Pero tú querías seguir intentándolo. A pesar de ello, tu cuerpo se desvaneció, cosa que jamás hará tu recuerdo, tu presencia.

Siempre te tendremos en nuestros corazones. 11 años dan para mucho y tú has alegrado cada rincón de esta casa. Rincón que hoy, al igual que nosotros, te echa de menos. Toca echarte de menos, pequeño. Desde hoy hasta el final de nuestros días te seguiremos recordando como aquel perro gruñón que se hacía un hueco en las piernas de su dueña para dormir. Ese hueco que creabas también te echará de menos. ¿Y qué me dices de esas monedas que incrustabas en tus dientes como tu juego favorito? ¿O esas pelotas saltarinas con las que te volvías completamente loco? Nos diste muchos quebraderos de cabeza, te gustaba demasiado sacar los dientes para lo chico que eras, pero aún así siempre estábamos dispuestos a cogerte para darte un abrazo.

Echaremos de menos el modo en recibirnos en casa. El modo en que nos despertabas temprano los domingos por culpa de tus ladridos. El modo en que me esperabas en el salón a que llegara de fiesta. El modo en que durante 11 años hiciste una huella en este hogar difícil de apartar.

Gracias por todas las experiencias que nos has dejado compartir contigo. Gracias por salvarnos la vida en su día, tú lo sabes. Gracias por permanecer a nuestro lado cuando alguno de nosotros no se encontraba bien. Gracias, sobre todo, por ser ese amigo fiel, ese hermano perruno. Echaremos de menos esas orejas tiesas, las cuales me prohibían tocar de pequeña para que te crecieran bien. También esos bigotillos dorados, esos ojos marrones por fuera y azules por dentro, ese rabito tan pequeño, esa nariz tan adorable, esa cara tan preciosa, ese pelaje tan negro a pesar de la edad.

Gracias por todo Coco. Te echaremos muchísimo de menos. Disfrute estés donde estés, que espero sea el paraíso. Nos has hecho muy felices. Jamás olvidaré cómo llegaste a mi vida ese 5/05/02, ni tampoco cómo te fuiste, porque aunque esté siendo doloroso, al menos he podido disfrutar de ti hasta el último momento.

Quien se atreva a decir que no se encuentra a una persona más en un perro, es porque no sabe lo que es estar con alguien como tú durante tanto tiempo en su vida. Fuiste, eres y serás irremplazable.

Te quiero, Coco.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Cuando llegue el día

Si dormir a tu lado está considerado como "pecado", permíteme decir: "¡¡espérenme con los brazos abiertos, pero no en el cielo, sino en el infierno!!"

sábado, 26 de octubre de 2013

Paradójico

Paradójico es el hecho de que haga frío y nos sobre la ropa. Que la unión perfecta sea la de tus manos y mi piel. la de nuestros labios, la de nuestras lenguas. Y si me dejas decirte una unión perfecta más, esa es la de mis dientes a tus labios

jueves, 24 de octubre de 2013

"A la altura justa de tus ojos" - Carmen Boza

Como una canción aún sin acabar,
te repites en mi mente de forma intermitente,
tú, la musa de mi música,
por tus vaivenes me dejo llevar.

Como si este mundo fuera a terminar,
tú me besas con la fuerza de quien sabe,
que tendrá muy medidas y contadas ocasiones,
de hacer de ese beso algo habitual.

Sobrevivo a base de viejas historias,
incompletas que no acaban por el miedo a terminar,
oyendo tu voz en cada voz extraña,
impregnando con tu esencia mis pasiones, mi verdad.

Tú, la luz que apaga todos mis temores,
el lápiz que me escribe las canciones,
la estrella que me sigue a donde voy.

Tú, la suerte que besó mi libertad,
las letras con las que aprendí a cantar,
tu ritmo es el que marca mis latidos.

Con las manos aún inquietas pienso en ti,
pues te tuve entre mis brazos y otra vez te has vuelto a ir.
Indelebles son los surcos de tus dedos,
que han marcado ya mi piel y mi pasión.


Lúchame con besos, déjame ganarte,
reinventarnos a la vez será cuestión de práctica,
bebe de la sed que siento al admirarte,
muérdeme las ansias pero sin cansarte.

Y a veces nos prestamos las cosas de valor,
y nos intercambiamos mientras que hacemos el amor,
el alma entre las manos.
Y entre los labios los te quiero los que adornan las paredes,
de éste cuarto al que me escapo a veces.

Tú, la luz que apaga todos mis temores,
las letras con las que aprendí a cantar.

domingo, 20 de octubre de 2013

"La relatividad", por Albert Einstein.

No sé si conoceréis la página web "Cuanta razón". No está mal para cuando se está demasiado aburrido. Puedes encontrar viñetas con chistes, situaciones graciosas o alguna que otra imagen conmovedora. Pues bien, a lo que iba.

Esta mañana, con su brazo bajo mi cuello, mi cabeza sobre su hombro, nuestras piernas entrelazadas y el portátil en su abdomen vimos una viñeta de Cuanta Razón en la que aparecía la imagen de Albert Einstein con la siguiente frase: "Sentarse a leer 2 minutos y que parezcan 2 horas, o sentarse a charlar con una bella dama 2 horas, y que parezcan 2 minutos... Eso es relatividad". Que los dos terminemos de leer y que nos pongamos a reír por la coincidencia. La casualidad de que aparezca esa frase cuando un rato antes él me soltó: "¿Cómo lo haces para que 24 horas pasen en 2.5 min?" 

Hace minutos volví a leer algo similar pero esta vez en twitter: "El reloj miente. No dura lo mismo una hora contigo que una hora sin ti" (Mónica Pérez Melgar). 

Y así es. Has decidido robar mi tiempo. Hacerte con él. Pero, sinceramente, no me importa. Porque creo que yo estoy haciendo lo mismo con el tuyo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

"Pero bueno, él te ha llevado a mí"

- Aquel beso era el penúltimo por lo que veo, ahora nos daremos el último.
+ No, nunca hay un último.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Wait for it

No sé si algún día habréis visto la serie americana "How I Met Your Mother?" (¿Cómo conocí a vuestra madre?). Si lo habéis hecho comprenderéis el título de la entrada, sino por simple divulgación social también podréis hacerlo. Por si ninguno de esos casos se da, os lo explico. Se trata de una frase muy común por parte de uno de los principales protagonistas de la serie. Cuando quiere describir una situación que va a ser inolvidable dice "it will be LEGEN ... wait for it ... DARY", es decir, "será LEGEN ... espera ... DARIO". Me encanta ese "wait for it".

Nos pasamos toda una vida sin saber lo que esperamos pero lo hacemos. Siempre ansiamos algo más de lo que poseemos o tenemos. No nos conformamos. Existen las personas conformistas pero incluso esas siempre esperan algo más de la vida. Nuestros mayores consejeros nos dicen que no esperemos el momento, sino que vayamos por él. Pero ambos casos son paradójicos. ¿Cómo esperar si no sabes lo que va a llegar? ¿Cómo ir por aquello que no percibes? Es difícil de entender.

Sin embargo, pienso y creo que debemos ser ansiosos, ir a por aquello que puede ser legendario; pero también, esperarlo. Pero eso solo llega cuando te olvidas de lo que buscas y también cuando olvidas que lo estás esperando. Hace 3 años me esperaba mi vida muy distinta de como lo es ahora. No me arrepiento de nada que haya ocurrido en todo ese tiempo. Y, aunque me lo imaginara de otra forma, hoy puedo decir, que me encanta donde me encuentro y quién tengo alrededor. Pero todo eso llegó siendo paciente y olvidando lo que buscaba. De la noche a la mañana, nunca mejor dicho.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Tiempo

Todos y cada uno de nosotros somos presa del tiempo. Nos maneja a su antojo, somos sus víctimas. ¿Acaso no lo crees? Solo tienes que observar todas aquellas situaciones de tu día a día. 

Cuando te encuentras en un momento perfecto de tu vida. Un momento que realmente no quisieras que acabara. Un momento en el que lo menos que te importa es el paso del tiempo pero, realmente, cuando miras el reloj y ves lo rápido que avanza, te das cuenta que tienes otras obligaciones, que deberás dejar aquel momento donde se quedó y convertirlo en un recuerdo magnífico, en este caso. Aquí el tiempo nos roba, corre más que nunca. Tal vez por eso siempre nos estén diciendo que aprovechemos al máximo lo que tenemos delante sin pensar en lo que vendrá. Porque el ahora vuela y el mañana, antes o después, llegará. 

Pero, ¿qué pasa cuando miramos el reloj y el tiempo parece no avanzar? ¿Por qué se queda anclado? Es sencillo. Aquí también juega con nosotros. Normalmente, por regla general, cuando el tiempo parece detenerse dando lugar a nuestra agonía, es porque pretende que nos hagamos fuertes. Que seamos capaces de afrontar lo que tenemos delante puesto que en la vida no todo son rosas sin espinas. También debemos valorar este tipo de flores, no todo van a ser margaritas con pétalos que retirar. 

De un modo u otro, somos víctimas del tiempo. Y no podemos quejarnos de eso. Siempre lo necesitamos. 

martes, 13 de agosto de 2013

Las palabras justas

- Eres una buena persona y te mereces alguien bueno. Siento no ser yo.


Cómo llamarlo

No se necesita mucho cuando realmente te encuentras bien. Un encuentro con amigos, una canción, un abrazo, unas risas, una broma, ayudar a alguien... Todo está al alcance de nuestra mano y aquello que está a nuestro alrededor parece que se une para sacarnos una sonrisa y, no solo eso, sino que la sensación de plenitud, de que no hay nada que pueda llegar y hacerte sentir mal, es increíble. Te aporta confianza.

Y, es en estos momentos cuando tenemos que venirnos arriba. Básicamente por todos los que vendrán después. Aquellos en los que la tormenta dure más de lo esperado. Aquellos en los que las ganas de llorar se anteponen a cualquier otra cosa. Días en los que el frío se apodera de ti aunque en la calle haya unos cuarenta grados. Momentos en los que necesites un abrazo y sí, digo necesitar. Los abrazos pueden ser dados por placer o por necesidad y el estado de ánimo es totalmente diferente en cada uno de ellos. Por ello, ahora, cuando estás feliz, sal a la calle y recoge todos los rayos de sol posibles, guárdalos en una caja y sácalos cuando de verdad los necesites. No los malgastes.

Sé feliz ahora, muy feliz. Pero recuerda que todo esto va por rachas. No hay nada eterno aquí, sino fíjate en cómo las tabletas de chocolate acaban desapareciendo de la despensa. Pero que nadie, recuerda, NADIE, te haga no comer chocolate por la simple razón de que se vaya a acabar. Puede ser que te aconsejen el hecho de que repartas bien las raciones que comes a diario, que dosifiques. Eso no es malo, eso es ser maduro y tener dos dedos de frente. Come chocolate, en la justa cantidad, y cuando no haya, puedes coger ese eurillo que habías guardado en un pantalón para ocasiones importantes futuras.

El chocolate se acaba, los días soleados también. ¿Y qué? Disfrutemos del momento en que los tenemos. Recordemos lo bueno que fueron en su momento. Así te darán ganas de ir a por aquellas situaciones en las que disfrutabas tanto.

miércoles, 31 de julio de 2013

"NO me dejes"

Y así. Te lo ganaste. Sólo pedía comprensión e incluso algo de sensibilidad. No encontré ninguna de las dos partes. Entendía perfectamente todo lo que me estabas diciendo, yo también lo pienso. Pero hay veces, que las partes más racionales piden a gritos golpes de irracionalidad. ¿O es que acaso la locura no alimenta? ¿O es que la cordura a secas no aburre? Todo lo que me soltabas era cordura, pero yo quería esa irracionalidad, esa locura, esa incomprensión. Entonces lo supe. Dos personas saben qué darse en el momento adecuado. Por mucho que la cordura mande y deba ser el motor de nuestros actos, la locura ejerce un papel, aunque no protagonista, bastante importante en nuestras vidas. Si alguien te pide irracionalidad, dásela. No cuesta nada. Mantén la cordura siempre a flote, siempre. Con los pies en la tierra. Sin embargo, pienso, que si una persona realmente considera que necesita unas chispas de locura, ¿por qué no dársela? ¿Acaso no tienen derecho a una llamada telefónica los detenidos?

Yo sabía toda la parte de cordura de esta historia. Pero por unos momentos quería esa electricidad de la irracionalidad, realmente creo que me la merezco. Y tú te empeñabas en no dármela a pesar de saber que la necesitaba. Y, es entonces cuando me paré a pensar.

No te quiero en mi vida de nuevo. Me has hecho muy feliz. Gracias, de verdad. Pero, sinceramente, creo que mis ganas de estar contigo eran pura obsesión, y, por desgracia, ésta sí que no deja ver a la cordura de ninguna forma. Lo nuestro no era la mezcla perfecta de locura y racionalidad. Lo nuestro era mi obsesión. La obsesión que crean esas historias que no llegan a ningún puerto en su día y al acabo del tiempo te acaban preguntando: "¿Qué hubiera pasado si...?" Pero con este escrito quiero darme cuenta de que a pesar de aquel error, tuvimos unas cuantas oportunidades de demostrarnos a nosotros mismos que aún había algo por lo que luchar. Porque echábamos la culpa al destino. Porque nos escondíamos tras la frase "Si se tienen que encontrar, ya lo harán". Sin embargo, si algo he aprendido de todo esto es que si dos personas quieren pueden. Pueden darse esa irracionalidad necesaria en momentos en los que la cordura se está apropiando 100% del papel.

Sí, podía confiar en ti. Podía contarte mis cosas. Eso es muy valioso. Pero en esos relatos yo gritaba la necesidad de locura, de incomprensión. Y tú, no sabías darme eso. No querías mejor dicho. Siempre lo que decías debía ser lo correcto aunque yo necesitara otra cosa.

He aquí mi conclusión. Gracias por todo lo que me diste. Fue muy bonito, a la par de doloroso. Gracias por toda la cordura, me ha alimentado bastante. Pero de obsesiones no se vive, y eso era lo nuestro. Estuvimos más cerca que nunca y el querer se sobrepuso al poder en tan solo 2 días. Así que eso es todo. Todos los libros se acaban, incluso los más largos. Las sagas también lo hacen, al igual que las películas. O como nosotros haremos algún día. Todo tiene un final. El nuestro debería haber llegado hace mucho tiempo, o no, tal vez esto sea lo correcto. Pero Edel, por favor, convéncete de que aunque él vuelva, no es bueno para ti. Porque esas mariposas que hay en el estómago no son reflejo de locura, ni de felicidad. Son reflejos de obsesión. Son reflejos de "Vamos a comprobar qué hubiera pasado si esto hubiera comenzado bien". ¡NO EDEL! Se acabó. 1 de Agosto de 2013... SE ACABÓ. Aunque vuelva, aunque te conquiste... NO TE DEJES, hazte ese favor. Lee esto las veces necesarias. Tú quieres alguien que se alegre cuando le cuentes que tu hermano se quiere poner tu primer apellido. Porque eso te hace feliz. Porque realmente sabes que es una gilipollez que un niño de 10 años sepa  la importancia de ese acto. Pero te da igual, quieres alguien que te diga: "me alegro muchísimo". Con esto no quiero decir que quiero una marioneta. NO. PARA NADA. Solo quieres alguien que realmente sepa consentirte de vez en cuando esos caprichos de locura que se te antojan cada cierto tiempo.

domingo, 28 de julio de 2013

No me lo creo

No lo quiero. No me gusta esta sensación. Me siento feliz, muy feliz, créeme. Hace pocos minutos he publicado en twitter: "De verdad, créeme. Hay cosas que merecen la pena, cosas por las que hoy debemos luchar". ¿Eres tú acaso un motivo por el que deba luchar? Creo que no te lo mereces. He luchado mucho por ti pero aquí me veo, llena de rozaduras, heridas, y sin ninguna bala en la recámara que pueda usar. Ya no me queda nada más que usar para luchar por ti. Lo di todo. Lo teníamos todo. Y no sabes el coraje que me da escribir todo esto en pasado. Pero eso es lo que somos. Pasado que revolotea en mi presente de vez en cuando. No llegamos a ser, ya está. No fuimos uno, sino dos. No hay más. Pero repito, lo di todo. Y tú estabas totalmente de acuerdo con lo que te daba hasta aquel día en el que decidiste que yo era una buena opción para otro, no para ti.

A pesar de ello, hoy, te echo de menos.

viernes, 19 de julio de 2013

1. 

Fuiste el reflejo que más duró. El que más se prolongó. Los reflejos vienen y van. Van y vienen. Ese es su ciclo. Puede que lo que hoy veas, mañana desaparezca. Pues igual con los reflejos. Hoy están, mañana no. Es pasajero o puede que perdure. Tú te anclaste. Te empeñaste en seguir. En ser un reflejo de felicidad, ¿qué coño? MI reflejo de felicidad. Ese reflejo parecía encenderse y apagarse cual bombilla gastada que pide a gritos un recambio. Tal vez ese fue mi problema. No cambiar, no ver que con el tiempo la luz se apagaría. Supongo que los reflejos de felicidad pueden llegar a cegar, quién sabe. 


Y así estamos. Hablando en pasado. Reflejos que se van y, espero, no vuelvan. Ya me hiciste feliz en su día. Pero ya está bien. Hubo un momento en el que la luz se apagaba tanto que me di cuenta de la necesidad del recambio. No tengo bombilla, debería comprarla. De momento me conformo con quitarla de la lámpara, esa luz parpadeante me marea, al igual que el reflejo que propagaste en mí. 


viernes, 12 de julio de 2013

Introducción

Reflejos de felicidad:

Podríamos empezar analizando el título. Por un lado, "reflejos". Por otro, "felicidad". Seguramente, si acudís a un diccionario o a alguna página web podréis encontrar los distintos significados de estas dos palabras. Pero no es eso lo que me interesa. Lo que quiero es que cada uno añada a la palabra "felicidad" o "reflejo" su propia acepción. Que cada uno asocie a esos términos lo que crea conveniente para entenderlos. Este es mi blog así que mi objetivo es acercaros cada vez que escriba algo a lo que YO entiendo por ese título, a lo que para MÍ es un reflejo de felicidad. 


¿Por qué llamarlo reflejo y no felicidad a secas? ¿Sinceramente? Porque no sé lo que es la felicidad. Tengo millones de momentos felices, montones de ellos, me siento muy orgullosa de ser capaz de lucir sonrisa a día de hoy tal y como está la vida. Pero la felicidad la percibo como sinónimo de perfección. Para mí, la felicidad es el estado completo de bienestar en el que eres capaz de encontrarte totalmente feliz por todo lo que eres, tienes y posees, que viene a ser lo mismo. 

Todos queremos encontrar esa felicidad pero no creo que se encuentre en un solo ámbito. Sino que todas aquellas áreas que nos conciernen e interesan, se encuentran totalmente en condiciones de perfección, sin suturas, sin heridas, sin poros. Por ello, para mí, lo que a día de hoy nos puede sacar una sonrisa ya que nos hace felices, es un simple reflejo de felicidad. Supongo que queda mucho por recorrer, espero. Y es en ese camino donde espero ir guardando todos los reflejos hasta completar esa luz que esté formada por todos ellos y por todo lo que hayan podido dejar. 

Al principio he puesto que cada uno busque en sí mismo el significado de "felicidad" o "reflejo". Pues bien, aquí voy a dejar una canción que posiblemente haya sido mi Primer Reflejo de Felicidad: 


Triana - Tu Frialdad